12.3.09

De las idioteces antes de salir de la oficina I.

Perdón si apedreo susceptibilidades, pero debo decirlo:

Las uñas de gel se me hacen de un tremendísimo mal gusto.


- LuMmo.

5.3.09

De la caída del cabello.



["Yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta,
brindar a tu salud..."

- Contigo. Sabina.]
Hasta donde entiendo (porque no están para saberlo, pero los toros me cagan*), cortarse la coleta significa retirarse, dejar de ser torero; pero la extrapolación nos invita a investirle de un significado mucho más rico: renunciar, dejar ir / pasar.

Varias veces en este blog he hecho referencia al cabello largo como símbolo de algo aún no definido, pero que me ha tenido atrapado desde que, al salir del Servicio Militar (jo), decidí que se acababan las peluquerías para mí. Una idiotez, si me lo preguntan, porque como era de esperarse, a los militares mi acto de rebeldía les importó un pijo; y a mí también, por cierto. La bendita represión me había hecho olvidar que esa tontería fue el origen de tamaña cosa.


Sea lo que fuere que pensé en aquel momento, ya se me olvidó. Y como a causa, efecto, el cabello largo se fue. Supongo que eso pasa cuando las cebollas cambian de capa: se les olvida la cebolla que fueron una capa antes. Lo bueno del asunto es que el cabello crece, y en cuanto necesite un baño de adolescencia siempre habrá un diligente militar a la mano para recordarme que el mundo necesita soñadores de pelo largo ("Qué le va usté a hacer, Señora?" Señora. Serrat. )



- LuMmo.



* No literal. Y hablo de la tauromaquia, no de los animales.