6.10.06

De los dioses y sus carcamalerías.

Sería reconfortante enterarse que Dios, en su caos revuelto, no es un dedócrata autoritario, ni un niño berrinchudo; ni siquiera la inconmensurable finitud de átomos en expansión que nos imponen la física y la costumbre.

Sería lindo darse cuenta que Dios es simple y llanamente un Consejo Universal de Viejitos que discuten, y a ratos se quedan dormidos; y que el caos no es más que la intransigencia de uno, la demencia senil de alguna otra, el Alzheimer de varios, sus sales y linimentos como mejores amigos, y que, en el mejor de los casos, nuestro universito de oscuridad es la sombra de una arruga del pómulo derecho de una anciana que se divierte recordando sus mejores tiempos.

-LuMmo.

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