- "En este momento decido dejar de amarte"
La palabra 'amarte' sólo la intuí; culpa de la inexplicable tormenta que acribilló el techo de la casa en el momento preciso en que sentenciaste olvido.
Cómo lo haces?
- LuMmo.
- "En este momento decido dejar de amarte"
La palabra 'amarte' sólo la intuí; culpa de la inexplicable tormenta que acribilló el techo de la casa en el momento preciso en que sentenciaste olvido.
Cómo lo haces?
- LuMmo.
¿Sabes qué es lo mejor de vivir en un mundo esférico?
Que si camino
y camino
y camino
y camino
y camino en línea recta,
el lugar más lejano al que puedo llegar está justo
detrás de mí.
- LuMmo.
. ["Cuando a los cuatro años me quedé encerrado en el ascensor de la casa, mi padre bajó corriendo cuatro pisos para que yo pudiera sentirle cerca en cada instante, para que en cada uno de los pisos yo pudiera oír su voz tranquilizadora al otro lado de la puerta del ascensor. Pero ahora, junto a la puerta de aquel despacho, sentí que las cosas habían cambiado un poco. Ahora sí, mi padre me dejaba solo, solo en el ascensor..."
Psiquiatras, psicólogos y otros enfermos. Rodrigo Muñoz Avia]
Hoy hablé con El Ingeniero. Siguiendo rigurosos el patrón de mi nombre/nickname, el ingeniero debería llamarse FeMmo, pero se lee ridículo, así que lo dejamos en pá.
Pasa que hoy es su cumpleaños. Cumplió 52 "y no me lo recuerdes" dijo. Es un jovencito.
Sabes? pienso regalarle el mismo libro que te regalé a ti. 'The gods themselves' se llama en inglés, que es como se lo pienso regalar. No es que él sepa inglés; lo está aprendiendo. En la empresa donde trabaja lo obligan los gringos. Además es una edición viejísima que encontré en una librería de viejo. Ah, y es su libro favorito. Ya lo leíste? es una maravilla. También es uno de mis favoritos.
A veces es una mierda parecerse tanto a él. Sobre todo porque no sé a quién (o a qué) me parezco. Yo no conozco a mi padre. Cuando me enojo, caigo en cuenta de que lo peor que podría hacer sería conocerlo. Su apellido es mi retina; nuestro nombre (compartido), sello a contrarecibo de nuestros gestos iguales. La paradoja (por demás de mal gusto) es que mientras más me alejo de sus patrones, de su herencia, menos cómodo me siento.
Hoy le conté de ti, de mí, del nosotros que ya no conoció, y de este nosotros precario en que paso las tardes recostado. Él me habló de mis hermanos. Es curioso que los llame así; y más curioso recordar que no sólo comparto sangre y apellido con Mi Hermano, el de a de veras, sino con aquellos niños a los que llevó al psicólogo porque tenían problemas de noséqué y otras cosas.
Lo demás es lo de menos. El Ingeniero cumplió hoy 52 otoñitos, espero que bien llevados, y corra este cariño del mayor de sus hijos, su único tocayo. Vaya, de su igual.
- LuMmo