12.1.08

De Usted.

Los usos y las costumbres del lugar en que vivo dictan que el 'Usted' interpone una barrera infranqueable, absoluta y consensada entre dos que se comunican. Dicen también que tal muro sólo cae cuando se "rompe el hielo, el 'turrón' (palabreta por demás incómoda) o simplemente nace el 'tuteo'".

Déjeme le platico algo: en las entrañas de mi neurosis, algo muy distinto sucede: el 'tú' me es impersonal, simplón, ordinario. Eso: ordinario. El 'usted', en cambio, es el pie que apoyo en terreno desconocido y, a su vez, un camino de migas de pan que dejo para quien quiera caerle a la casita de caramelo, con los riesgos y las promesas que eso supone.

Las pocas personas que han entedido el juego, han entrado a la casita y hasta le han puesto cortinas, generalmente son las que se quedan en mi vida como cófrades y/o cómplices.

Hoy le hablo a Usted. "La Usted".

"Yo creo que te va a caer bien.- me dijeron-. Le gusta leer, y la trova y esas cosas que te gustan a ti; y sabe un chingo de idiomas, inglés, portugués, francés y no sé cuantos más..."
Allí mismo decidí no tutearla. Pintaba perfecto para cómplice, y un tuteo habría de volverla, simplemente, alguien que sabe un chingo de idiomas y que le gusta leer y la trova y esas cosas.

Entonces nos encontramos. Temas elevados, libros y autores que jamás en mi pinchurrienta vida habría escuchado nombrar. Para impresionar (sí, lo confieso) llegué a hacer alguna investigacioncita (o quince, no recuerdo) express en internet. Música, filosofía, literatura. Por supuesto, en ninguno de los casos soy rival, así que desistí de la idea de competir mucho antes del banderazo de salida, y caímos al siguiente nivel.

Información personal básica. Dónde vives, qué haces, cómo, cuando, dónde, por y para qué. Qué te gusta, qué no, cuando, cómo y dónde... y luego, un chispazo más, la frase que sirvió como membrete de nuestros cada vez menos fugaces encuentros: "como aquel capítulo de los Simpson en el que..."

Dentro de su genuina estupidez (Puerco araña, puerco araña...) los chispazos de genialidad de Homero llegan a ser épicos: "Lisa, si algún día el mundo se pone contra mí, quiero que estés de mi lado".

Así hoy. Cómplice de un crimen perfecto que cualquier día de estos cometo; fan declarada de éste, su fan; atino en el desconcierto; historia eterna de un tórax adolorido; lascivia en dosis controladas; belly dancer favorita, confesora y confetriz; mala, mañosa y buena consejera: gracias.

- LuMmo

PD. Y esto, por supuesto, no la exime de ninguna obligación contraída. No importan los pretextos.

3 comentarios:

Oliva León dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Oliva León dijo...

Creo que unas fotos nunca serán suficiente agradecimiento por sus palabras y también creo que deberíamos honrar a Juancho, que fue quien nos cibepresentó.

LuMmo dijo...

Ea! así tiene que ser. Larga vida al buen Juancho, cibercelestino y carnal de carnales. Cuando lo vea, démele un abrazo.