- ¿Me amas?
- (No) ¿Mande?
- Que me encantas.
- Ah... Y tú a mí.
(Sonrisas)
Diez minutos después, y sin la más leve sospecha de la revolución que mi mal oído había causado (o mi traidor inconsciente, who knows?) gritó desde la regadera, invitándome a comenzar de nuevo...
2 comentarios:
Sí. Empecemos.
Saludos.
je, el "me encantas" es infalible. todo el que lo dice acaba en el mismo lugar... ja
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